miércoles, 24 de junio de 2009

CONEXION CON LA REALIDAD

Hoy he visto una realidad que hacia tiempo que no veia.
Hoy he sentido vergüenza por vivir en este pais,
rabia por pagar con mi dinero el sueldo de otros,
enfado por la desorganizacion en la administracion,
decepcion por las colas de parados.

Oficina del Inem de Villalba,
9 de la mañana, yo y mi hijo en su cochecito.
La cola daba la vuelta a la esquina,
pero no tras mucho esperar llego a la puerta.
Prestaciones, en la 1ª planta.
Me paro amablemente ante el "vigilante de seguridad",
- buenos dias, perdone, tengo que ir arriba, me ayuda con el cochecito.
- No.
- Como dice?
- No puedo
- Mi tono de voz, mi enfado y mi indignacion amumenta. Muy bien, pues entonces coloqueme la plataforma (la cual tienen adecuada, como la normativa ordena, para estos casos, asi como el de personas mayores o sillas de ruedas).
- Pues entonces, apartese y esperese a que pueda.

Era evidente que si hubiera esperado, podia haber estado alli horas.
Me decido a subir, cochecito en brazos.
Me encuentro a otro vigilante de seguridad, en este caso, amable, pero con un olor a alcohol que no os podeis imaginar. Que triste, no?, eran las 9 de la mañana.
Por fin me atienden, y tras un error de ellos, que me obliga ha hacer diversos papeles en la planta de abajo e ir subiendolos, hace que deba subir y bajar las escaleras un total de 6 veces, (3 de subida, 3 de bajada), obviamente, carrito en brazos.
Pues bien, aunque os parezca increible, en 6 veces, solo una vez, una mujer me ha ayudado a subir el carrito. La oficina estaba llena de hombres, mujeres, jovenes, de muchas procedencias diferentes y por supuesto españoles. Pues NADIE, NADIE, se ha dignido a ayudarme a subir, por mas que me han visto hacer el recorrido 6 veces, por mas que mi cansancio era evidente.
Ya en la mesa, mi hijo, el cual nunca llora ni grita, hacia unos alaridos y sonidos jamas escuchados antes por mi, (aunque no excesivamente altos), producidos a mi parecer, por la horrible energia que debia percibir en ese lugar.
Pues alli sentada, entregando mis papeles de inscripcion al paro, la funcionaria de la mesa de al lado, se dirije a mi hijo, de 7 meses,
-pero bueno, calla, no, shhhhh.
no me podia creer que se atreviera ha hablar asi a mi hijo, y que tras yo mirarla, supongo que con ciertos ojos de odio,
repite
- que se calle el niño..

este ha sido mi dia, y para colmo tendre que volver porque un papel de la empresa estaba erroneo.
Este es nuestro pais, estos somos tambien nosotros.

2 comentarios:

Leonard Pera dijo...

Qué asco, qué pena, cuando veo cosas a sí siempre pienso como será esa gente en otras situaciones, será el guardia de seguridad cariñoso con sus hijos? le regalará cosas en reyes a sus sobrinos? se conmoverá la funcionaria con los dramas ajenos o llorará desconsoladamente ante la perdida de una amiga? Lo que si se es que los dos maldicen su mala suerte, su trabajo en el calor de junio. Como Pero ahí siguen proque les compensa. POrque sino se irían a otro lado. Pero es mejor así seguir de pobre de mi. Ellos no saben que son unos privilegiados. pero tu y yo si lo sabemos. Habría que inventar una palabra que aun no existe la que describe el sentimiento de asco y pena a la vez.

Edu dijo...

Ojala, que por ese Inem, pasen un dia, los banqueros, los constructores que llenaron de cemento la costa y los campos y esa servil funcionaria, que manda callar aun niño. Es un pais de pandereta y charanga, como denunciaria Machado. Bueno espero que tus papeles esten poco en ese sitio y encuentren un acomodo laboral mejor.
Un Abrazo!