sábado, 27 de abril de 2019


QUE NO SE APRENDE DE LA VIDA, NI DEL AMOR, NI DE LA MUERTE

Sangra el alma que re descubre lo sabido, que se engañó de nuevo con los mismos errores ya vividos...que no se aprende de la vida, ni del amor ni de la muerte. 

Se arrebatan los suspiros sin aliento...que duran lo que dura una primavera o un invierno pero que nunca son eternos.. aun sabiendo, que al infinito llegas siempre solo, volviste a creer, y volviste a errar...las mordazas adecuadas que se olvidan en el momento preciso  una y otra vez... galopante, sin freno, galopante... no hay otro culpable que uno mismo que quiso oír, oler, tocar, sentir... que no tuvo edad para parar, que creyó. 

Simplemente creyó de nuevo. Años sabiendo que la vida, el amor y la muerte es un sin sentido...que en la vida, en el amor y en la muerte la hermosa soledad te acompaña. Unica e incomparable compañera de viaje y volvió a creer, de repente, sin preguntas ni dudas, galopante...


No hay comentarios: